¿Qué es el ICL?
El ICL, o Lente de Colámero Implantable, es una solución innovadora para corregir problemas de visión. Podríamos decir que es como un lente de contacto que solés usar, pero adentro del ojo, entre el iris y el cristalino.
Este lente se desliza detrás del iris, que es la parte coloreada del ojo, y se posiciona sobre su cristalino natural. No es visible – no lo verían al mirarse en un espejo ni nada parecido, pero les permite ver igual de bien, o incluso mejor, de lo que lograrían con la corrección láser. A menudo, los pacientes que optan por el ICL experimentan una recuperación más rápida y menos molestias postoperatorias.
Este lente se desliza detrás del iris, que es la parte coloreada del ojo, y se posiciona sobre su cristalino natural. No es visible – no lo verían al mirarse en un espejo ni nada parecido, pero les permite ver igual de bien, o incluso mejor, de lo que lograrían con la corrección láser.

Después de la cirugía, muchos pacientes reportan una mejora inmediata en su visión. Es importante seguir las indicaciones del médico para el cuidado postoperatorio, que incluye la aplicación de gotas para evitar infecciones y revisar la recuperación en consultas de seguimiento. La mayoría de las personas pueden retomar sus actividades normales en un par de días.
Definición y Proceso del ICL
El procedimiento para implantar el ICL es mínimamente invasivo. Se realiza bajo anestesia local y suele durar menos de 30 minutos. Durante la cirugía, se realiza una pequeña incisión en la córnea para insertar el lente, que se pliega y se despliega una vez en su lugar. Este proceso se lleva a cabo por un cirujano oftalmólogo especializado, garantizando la precisión y la seguridad necesarias para obtener resultados óptimos.
Ventajas del ICL versus corrección láser
Reversibilidad
Es reversible. Puedo colocar este lente, pero también significa que puedo retirarlo. Esta es una gran ventaja en muchos aspectos porque con la corrección láser, el resultado que obtienen es definitivo, no hay manera de volver atrás.
Además, el ICL es especialmente beneficioso para aquellos que tienen un estilo de vida activo o que trabajan en ambientes donde el uso de lentes o gafas puede ser impráctico. Esto incluye deportistas, profesionales de la salud y personas que realizan trabajos de campo.
Beneficios de Elegir el ICL
El ICL no solo es una opción estética, sino que también proporciona beneficios funcionales importantes. Muchos pacientes reportan que pueden disfrutar de actividades como leer, conducir, y practicar deportes sin la necesidad de lentes o gafas. La libertad de no depender de estos dispositivos mejora considerablemente su calidad de vida.
Material biocompatible
Ese lente está hecho de un material llamado colámero, que es un tipo de colágeno biocompatible con su cuerpo. Por eso no hay temor de rechazo ni nada similar.
Para quienes no son candidatos para el ICL, existen alternativas, como las lentes de contacto rígidas o la corrección láser, que pueden ser evaluadas. Cada opción tiene sus ventajas y desventajas, y es esencial considerar todas las posibilidades antes de tomar una decisión.
Consideraciones Importantes
Es fundamental que los pacientes discutan sus preocupaciones y expectativas con su oftalmólogo. La comunicación abierta puede ayudar a establecer metas realistas para el tratamiento. Además, es importante tener en cuenta que aunque el ICL es una opción excelente para muchos, no todos son candidatos ideales. Se debe considerar la salud ocular, la edad y otros factores personales antes de proceder.
Beneficios adicionales
- Es una cirugía reversible
- Los aspectos de sequedad ocular que a veces escuchan sobre la corrección láser, no ocurren con el ICL
- Es una excelente opción para pacientes con graduaciones muy altas o córneas delgadas que podrían no ser candidatos ideales para LASIK
¿Soy candidato para ICL?
La elegibilidad para ICL varía según varios factores. Es crucial que los pacientes se sometan a un examen ocular exhaustivo para determinar si son candidatos adecuados. Durante la consulta, se considerarán factores como la salud ocular general, la estabilidad de la visión y las expectativas del paciente sobre los resultados.
Cuando LASIK no es posible
Cuando vienen a consulta y les decimos: «Su córnea, que es lo que trataríamos con la corrección láser, es demasiado delgada. Lo siento, no puede hacerse LASIK», todavía existe una oportunidad. Pueden optar por un ICL en muchos de esos casos para ayudarlos a ver mejor.
Calidad visual
Para aquellos pacientes con miopía moderada o alta, la calidad óptica es frecuentemente superior a la que obtendrían con corrección láser. Pero incluso si no tienen miopía moderada o alta, la opción de usar ICL sigue siendo excelente, porque la calidad de visión será igual de buena, si no mejor, que con la corrección láser.
Ventajas adicionales
Como ya discutimos, ofrece la oportunidad de ser reversible. También presenta menos sequedad ocular y menos resplandores o halos comparado con lo que frecuentemente se experimenta con la corrección láser.
En resumen, el ICL es una alternativa extraordinaria que no solo sirve cuando LASIK no es posible, sino que en muchos casos puede ofrecer una calidad visual superior con menos efectos secundarios.
Estudios diagnósticos esenciales para ICL
La evaluación incluye biometría ocular completa para medir la profundidad de cámara anterior, factor crítico para determinar si hay espacio suficiente para el lente. La UBM (ultrasonografía biomicroscópica) nos permite visualizar las estructuras del segmento anterior y calcular con precisión el tamaño del ICL necesario.
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La topografía corneal evalúa irregularidades que puedan afectar el resultado visual, mientras que la evaluación refractiva confirma la graduación estable y analiza el tamaño pupilar en diferentes condiciones de luz.
Factores decisivos en la selección de ICL
Los factores anatómicos y personales son esenciales en la selección del ICL. La profundidad de cámara anterior y el conteo endotelial son cruciales. Un paciente con una cámara anterior adecuada puede beneficiarse más del implante. Asimismo, la salud ocular general y la presencia de enfermedades sistémicas pueden influir en la decisión final. Evaluar el estilo de vida del paciente también es esencial, ya que los hábitos diarios pueden afectar el éxito del procedimiento.
Los factores anatómicos incluyen principalmente la profundidad de cámara anterior (mínimo 3.0mm), el conteo endotelial adecuado (mínimo 2500 células/mm²), y el diámetro corneal para determinar el tamaño correcto del lente. Los aspectos refractivos consideran especialmente las graduaciones altas donde ICL ofrece ventajas sobre cirugía láser, la estabilidad refractiva en el tiempo, y la presencia de astigmatismo.
El estilo de vida del paciente, incluyendo la edad (idealmente entre 21-45 años) y la ausencia de enfermedades oculares son factores determinantes para la seguridad del procedimiento.
Estos estudios completos nos permiten determinar con precisión si sos candidato ideal para ICL y calcular el lente perfecto para tus ojos específicos.
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